Este artículo trata sobre el capítulo #113 del manga Ataque a los Titanes. Para el episodio del anime con el mismo nombre, véase Salvajismo.
Salvajismo (暴悪 Bōaku?) es el capítulo #113 del manga Ataque a los Titanes. Fue escrito e ilustrado por Hajime Isayama.
Resumen[]
Varios de los oficiales del ejército sienten una sensación de adormecimiento luego de que Zeke gritase en el Bosque de los Arboles Gigantes mientras huía de Levi, Pixis al haber tenido el mismo sentimiento en su cuerpo, deja caer su taza de té al suelo; tanto los miembros de la Guarnición como los de la Policía Militar presentan los mismos síntomas en ese instante. En uno de los carruajes conducidos por los Jaegeristas, Falco despierta y le dice a Hange que acaba de sentir una corriente eléctrica que ha recorrido todo su cuerpo, confirmando así los temores sobre el vino contaminado con el fluido espinal de Zeke.
De vuelta al bosque, Zeke se ha alejado lo suficiente de Levi para ponerse a salvo mientras este es rodeado por los Titanes recién creados por Jaeger, el hombre juzga la actitud del capitán al preguntarse si realmente atacará a sus soldados aun sabiendo que estos no habían actuado de manera incorrecta. Mientras esquiva a los Titanes, Levi recuerda que hace un mes sus tropas habían llevado al campamento varias reservas del famoso vino producido por manos marleyanas que solo podía ser consumido por los oficiales de la Policía Militar, intuyendo así que dicha bebida podría haber contenido fluido espinal, lo que le parece un poco extraño tras recordar que según Zeke, aquellos eldianos a los que se les suministra dicha sustancia comienzan a presentar parálisis, por lo cual concluye que dicha información era falsa.
Levi tiene varias dificultades para enfrentarse a estos titanes, pues tanto su velocidad y agilidad como su inteligencia son muchísimo mayores en comparación con los atributos de los titanes regulares, el capitán cree que dicha diferencia se debe a la influencia de Zeke y sin tener más opciones, se ve obligado a enfrentar a sus viejos camaradas mientras se pregunta si aún les queda algún rastro de su conciencia. Zeke observa lo que sucede y se lamenta por haber tenido que llegar hasta dichas circunstancias mientras afirma que no han llegado propiamente a una guerra o a una batalla, luego dice estar decepcionado porque jamás llegaron a desarrollar una relación de confianza mutua, aunque de todas formas siente que no puede culparlo debido a que ambos crecieron en mundos totalmente distintos; Zeke continua reflexionando sobre lo que está ocurriendo y puntualiza que ni siquiera la Batalla de Liberio le ayudó a Levi a comprender la situación en la que se encuentra Paradis al ser el objetivo de las fuerzas enemigas de todo el mundo.
Uno de los Titanes toma a Zeke y este se dispone a marcharse del lugar, luego piensa en como los aliados de Levi serían incapaces de entender sus intenciones mientras alega que Eren es la única persona en todo el lugar que lo comprende, en ese mismo instante se pregunta si él aún recuerda la fecha y el lugar en el que acordaron encontrarse. Sus pensamientos y su escape se ven interrumpidos cuando un ensangrentado Levi lo alcanza a una velocidad monstruosa, Zeke aterrado al ver la silueta del capitán, envía a uno de sus titanes a matarlo pero al notar que su intento falló, no le queda más remedio que transformarse en el Titán Bestia para pelear. Luego despedaza el cuerpo de un titán y usa sus restos como proyectiles para arrojárselos a Levi, quien se oculta tras los árboles para evitar ser golpeado por dichos trozos de carne y hueso.
Enseguida Zeke nota que todos los titanes del lugar están muertos y queda aterrado al pensar en cómo Levi realmente fue capaz de matar a sus propios compañeros, el capitán procede a equiparse con algunas lanzas relámpago y luego corta varias ramas de los arboles aledaños para usarlas como distracción mientras se acerca a Zeke. Levi le aclara a Zeke que cometió un error muy grave al haber creído que jamás mataría a un compañero suyo, informándole que sus manos están manchadas con la sangre de muchos de sus camaradas; Zeke continua atacándolo y Levi en ese momento dispara múltiples lanzas relámpago en la nuca del Titán Bestia, las cuales explotan tras unos segundos y expulsan violentamente a Zeke de su cuerpo de titán, dejándolo muy malherido.
Levi toma a Zeke de su cabello y le dice que por ahora no lo matara, luego se lo lleva del lugar a rastras. En el Distrito Shiganshina, el instructor Keith Shadis se encuentra preparando a los jóvenes de la Tropa de Reclutas del Ciclo Nº109 para una posible invasión de los Titanes, varios de los reclutas presentes piensan que lo que dice el instructor es absurdo y carente de sentido, pues los enemigos ya no son los Titanes sino los humanos que viven al exterior de los muros. Uno de los jóvenes continúa con la plática al puntualizar que lo mejor ahora sería entrenarse en el uso de armas de fuego y forjar un ejército que sea capaz de enfrentar al enemigo mientras otro de ellos agrega que los hombres como Shadis se quedaron atrapados en el pasado.
La sesión de práctica es interrumpida por Floch y varios Jaegeristas que llegaron al lugar en ese instante junto con una cautiva Hange, Floch anuncia que a partir de ahora los Jaegeristas tomarán el control de la tropa de reclutas 109. Shadis le dice a Floch que se ve patético al tener que recurrir a las armas para obtener el favor de otros y tras oírlo, Forster dispara cerca de su pie para hacer que se calle, luego menciona que el motivo por el que se encuentran allí no tiene nada que ver con Shadis y tras esto invita a los reclutas presentes a unirse a su movimiento, el cual busca salvar a Eldia dejando de lado las viejas prácticas del ejército que solo los llevarán a la autodestrucción, Floch termina con su discurso al mencionar que solo bajo el liderazgo de Eren, Eldia podrá tener un futuro garantizado.
Algunos de los reclutas dan un paso al frente y aceptan la propuesta de Floch mientras aseguran que entregaran sus corazones por el futuro de Eldia, Entonces Floch les ordena golpear a Shadis hasta que ya no pueda mantenerse en pie como muestra de su resolución, afirmando que dicho hombre representa las obsoletas costumbres del ejército que deben ser eliminadas. Luego Floch amenaza a los demás reclutas al mencionar que cualquiera que no obedezca dicha orden será arrestado, Hange intenta detener dicha acción pero Shadis le dice que se tranquilice, asegurando que unos aprendices no son rivales para él. Poco después, Shadis termina brutalmente lastimado en el suelo y Floch felicita a todos los reclutas, luego le ordena a Hange a llevarlos inmediatamente con Zeke mientras esta permanece en silencio, enseguida se observa tanto a los miembros del escuadrón de Levi como a la Familia Blouse encerrados en un calabozo y a Eren en el interior de un edificio asomándose por una ventana.
Tras haber pasado un buen tiempo inconsciente, Zeke despierta dentro de un carruaje y lo primero que ve es a Levi sentado en la parte delantera del vehículo, este le informa a Zeke que ahora mismo tiene una lanza relámpago incrustada en su abdomen y que el detonador de la misma está atado a su cuello, advirtiéndole que al más mínimo movimiento, la lanza explotará y lo hará pedazos. Zeke vomita en ese instante y Levi menciona lo lamentable que se ve en su estado actual mientras le corta los dedos de los pies y las piernas con unas de sus cuchillas, agregando que de esa manera no podrá convertirse nuevamente en titán.
Mientras se queja por el dolor, Zeke pregunta por sus gafas y Levi le responde que no se preocupe por ellas, pues ya no las necesitará. Zeke queda en completo silencio mientras empieza a recordar parte de su infancia, el joven Zeke se encuentra jugando un partido de beisbol con otro eldiano llamado Xaver, quien le preguntó al niño en ese instante si se convertirá en lanzador cuando crezca, a lo que Zeke le contestó que no sería así porque tiene un objetivo que cumplir.