Batalla del cielo y la tierra (天と地の戦い Ten to chi no tatakai?) es el capítulo #135 del manga Ataque a los Titanes. Fue escrito e ilustrado por Hajime Isayama.
Resumen[]
¡Spoiler!
Cuidado, desde esta sección del artículo se revela parte de la trama que puede que aún no conozcas. |
Ymir recuerda cuando estaba encargada de cuidar los cerdos de Fritz, liberándolos de su esclavitud. Mientras tanto, en la vida real, observa la pelea que se está librando sobre el Titán Fundador de Eren Jaeger. Reiner derrotó al Titán Bestia que la fundadora construyó.
Levi se da cuenta que no está Zeke dentro de la nuca, no era más que un cascarón vacío. Dada la situación, Armin piensa que está usando la misma técnica del Titán Martillo de Guerra y que está escondiendo su cuerpo en otro lugar. Jean señala que sería demasiado difícil encontrar un cuerpo tan pequeño como el de un humano en tan grande titán, solo queda una opción y es matar a Eren. Armin está decidido a volar el lugar, así que le da un minuto a sus compañeros para que puedan escapar sobre el Titán Carguero. Mikasa se siente preocupada, pero Armin la consuela diciendo que Eren ya se espera todo eso y que seguramente no morirá, y que la explosión puede ayudarlos a encontrar a los hermanos Jaeger. A pesar del minuto que les da Armin, Jean dice que no es necesario que se preocupe por ellos, sino que debe apurarse, lo que lo hace pensar en Erwin Smith y su filosofía de estar dispuesto a renunciar a algo para ganar otra cosa. Luego piensa acerca de su propia ingenuidad cuando, de repente, un titán de aspecto animal lo devora. El resto se aleja del lugar mientras ven cómo la lengua de dicho titán impide que se haga daño y se transforme. Ymir también lo observa. Se han robado a Armin y muchos titanes aparecen.
Los Eldianos que observaban cómo llegaban los Guerreros y los del Cuerpo de Exploración se acercan al Hidroavión, que ha aterrizado de emergencia y se encuentra mal estado, así como su piloto Onyankopon, quien apenas respira. Como venía con los habitantes de Paradis, el Sr. Leonhart le pregunta con esperanza de ser escuchado si acaso conoce a su hija Annie Leonhart. La madre de Reiner junta sus manos en señal de plegaria, pidiendo que por favor su hijo no muera.
Los Marleyanos se fijan en que las fuerzas de Paradis pelean en contra de Eren Jaeger, pero aún así los Titanes Colosales siguen avanzando a toda velocidad. A pesar de eso y de que la mayoría de las fuerzas Marleyanas estaban en los dirigibles, es necesario que sigan haciendo todo lo posible para detener el caos que ellos mismos causaron, los que están sobre el Fundador no pueden ser los únicos que arriesguen sus vidas.
Se acercan a Reiner lo que parecen ser un Titán de Ataque, Hembra y Martillo de Guerra para atacarlo, pero es defendido por sus aliados. Jean se percata de que no son titanes puros. Connie entra en desesperación por la baja munición disponible y por su amigo Armin, pero Levi lo calma, entendiendo que al menos no lo han herido o ya se habría transformado. Sin embargo, el titán que se lo robó se dirige hacia donde hay muchos más titanes, y no sería prudente ir hacia allá en ese mismo momento. El capitán pensó que podría distraerlos para que Mikasa se acercara a Armin, pero Pieck advierte que no será posible, pues se encuentran ante los portadores antiguos de los Nueve Titanes y, aunque no sean pensantes, si se les pudo resucitar a ellos, entonces la batalla no tendrá fin, pues podría resucitarse a un número ilimitado de portadores de Titanes; están hechos para pelear. Sin embargo, como ella nunca fue amiga de Eren, se dirige hacia su cabeza sin ningún sentimiento de culpa. Cuando ya se encuentra en el cuello enrollando los explosivos. Cuando se encuentra a punto de detonarlos, el Titán Martillo de Guerra de la hermana de Willy Tybur atraviesa al Carguero con un tridente ye le detonador se le escapa de las manos.
Por su lado, Reiner es atacado por el Titán Mandíbula de Porco Galliard y Jean, quien pretendía ayudarlo, es atacado por el de Marcel Galliard, pero salvado por Levi quien, dada la situación, cambia su forma de pensar y decide que es necesario rescatar a Armin simplemente huyendo o todos morirán. Este se encuentra aún en la boca del titán y piensa que debió tener más cuidado, pues ahora está a punto de morir asfixiado. No cree que sea Eren quien le hace eso, sino la fundadora Ymir, ya que su amigo dijo que solo avanzaría de frente, sin embargo ambos coinciden en querer exterminar a la humanidad. La fundadora es invencible y todo ha acabado para él. Hundiéndose en el vacío, Armin puede ver a su predecesor, Bertolt Hoover, quien deja correr una lágrima justo antes de que aparezca su forma de Titán Colosal desde una costilla de Eren para sujetar a Reiner en su forma de Titán Acorazado e intentar devorarlo. Sin embargo, Jean logra sacarlo del titán y salvarlo.
Mientras tanto Connie ha quedado inconsciente mientras cuelga de una costilla a la que está sujetado con su Equipo de Maniobras Tridimensionales y es a punto de ser devorado, pero Mikasa lo salva. Reiner y Jean también cuelgan, ambos con su equipo averiado sin poder subir y a puntos de ser comidos. Nuevamente Mikasa los salva. Reiner piensa en la opción de transformarse una vez más y Jean le dice que, aunque siempre lo rompan, deben seguir luchando y no rendirse. Connie despierta al fin, a costa de que una pierna de Levi sea mordisqueada. Todos están en muy mal estado y Mikasa es la única que puede pelear; cuando lanza un grito de guerra y valentía se pueden ver unas alas detrás de ella y suena una voz que le pide que salga de su camino.
Se observa entonces un titán volador; es Falco quien, junto a Annie y Gabi están rescatando a todos los que se encontraban pelando. No parecía posible pero, al ver que efectivamente existía un titán alado, tuvo que unirse a la pelea. A pesar de que en un principio no deseaba hacerlo, ahora se encuentra contenta de haber tomado la decisión de ir.