Frontera (境界線 Kyōkaisen?) es el capítulo #87 del manga Ataque a los Titanes. Fue escrito e ilustrado por Hajime Isayama.
Resumen[]
Grisha continúa narrando su pasado en los libros que dejó en el sótano de su hogar como testimonio de sus vivencias en Marley. Antes de entregar a Zeke como un guerrero al servicio de Marley, Grisha y Dina le dejaron claro que en el futuro, él sería el rey de Eldia, y para ello, debía comprender que todo lo que Marley le enseñaría es incorrecto, pero debía seguir sus órdenes de todos modos para infiltrarse exitosamente. Después de unirse al programa de reclutamiento de guerreros, Zeke traicionó a sus padres y los entregó a las autoridades marleyanas. En su narración, Grisha lamenta haber tratado a Zeke como una mera herramienta en vez de como a su hijo, ya que por ello, Zeke escogió entregarlos y aceptar la seguridad que le ofrecían sus abuelos.
Las Autoridades de Seguridad Pública torturan a Grisha, buscando que éste revele la identidad de "El Búho". Grisha insiste en desconocer la identidad del Búho, por lo que los militares continúan amputando sus dedos como castigo. Kruger llega a presenciar la tortura, y uno de sus subordinados le informa que no han podido averiguar la identidad del Búho, y expresa su preocupación ante la posibilidad de que con ayuda del espía, los Restauradores de Eldia hubiesen podido capturar el poder del Titán Fundador para ellos y contactar con la nación enemiga de Marley en el este. Kruger cubre los ojos de Grisha y lo lleva al barco de vapor que los conduciría a la isla Paradis. Grisha cree haber visto antes a Kruger, y durante el viaje, explora en su memoria en busca de respuestas.
Una vez en Paradis, los Restauradores de Eldia son alineados encima de la frontera, una muralla de treinta metros de altura. Kruger le informa a Grisha cual será su castigo por traicionar a Marley: será transformado en un titán, que vagará por la isla en busca de humanos a los que devorar, hasta el día de su muerte. Grisha finalmente reconoce a Kruger como el militar que lo golpeó el día que él y Faye atravesaron la muralla de su zona de internamiento. Mientras terminan de hablar, Grice, el hombre que reclutó a Grisha a los Restauradores de Eldia, es llevado al frente por un oficial. Al ver a Grisha, Grice demanda saber que motivaría a Zeke a traicionarlos, y culpa a Grisha por el fracaso del movimiento restaurador. Grisha no puede hacer nada más que disculparse, y mientras Grice se lamenta, el sargento mayor Gross, cansado de las quejas de éste, lo empuja de la frontera, haciéndolo caer en las dunas de arena que se encontraban debajo. Gross le dice a Grice que si corre hacia el norte, con suerte llegará a las murallas. Cuando un soldado cuestiona las acciones del sargento, éste responde que al hacer eso, los titanes que están por ser creados perseguirán a Grice, alejándose de la zona y haciendo su labor mucho más fácil.
En ese instante, Grisha reconoce al sargento mayor Gross como el soldado que asesinó a su hermana. Gross da la orden de transformar a los Restauradores de Eldia, y los soldados proceden a inyectarlos y patearlos fuera de la muralla. Grisha observa como sus antiguos compañeros se transforman en titanes. Los recientemente transformados titanes detectan a Grice a la distancia y empiezan a perseguirlo, mientras Grisha les pide en vano que se detengan.
Gross le pide a Kruger que inyecte de una vez a Grisha para que guarde silencio, pero éste insiste en que desea interrogarlo un poco más. La siguiente persona que es traída al frente para ser transformada es Dina. Al verla, Grisha se desconcierta y exclama a todo pulmón, en un intento de salvarla, que ella puede serle útil a Marley, debido a su sangre real. Kruger se apresura a silenciarlo, clamando estar harto de escucharlo gritar. Grisha se percata de que Kruger ha ocultado la información acerca del linaje de Dina por alguna razón. Mientras Dina es inyectada, ésta le pide a Grisha que no se preocupe, ya que independientemente de lo que le ocurra, ella lo encontrará. Gross se burla de las últimas palabras de Dina, y la empuja hacia las dunas, donde se transforma en un titán para el horror de Grisha.
Eren despierta gritando en su celda tras una horrible pesadilla. El ruido despierta también a Mikasa, es la celda contigua, y a Armin, sentado en el exterior. Eren pregunta que hace ahí, y Armin le recuerda que, tras atacar al capitán Levi, ambos fueron detenidos por violación de la ley militar. Armin y Mikasa se extrañan por la pregunta de Eren, y éste les explica que siente como si hubiese tenido un sueño muy largo. Eren se percata de que no se trataba de un sueño, sino una memoria de su padre, en la cual acaba de descubrir que el titán que devoró a su madre hace cinco años era la anterior esposa de Grisha, Dina Fritz.
En la frontera de Paradis, Gross se mofa del sufrimiento de Grisha, diciéndole que Dina ni siquiera le está prestando atención, y está más interesada en perseguir a Grice. Grisha le grita que se calle y lo confronta acerca del asesinato de su hermana, quince años atrás. Los soldados traen al último restaurador de Eldia, tras lo cual Gross les ordena regresar al barco, indicándoles que él se encargará de Grisha y su compañero. Los militares se retiran, mientras comentan disgustados acerca de la actitud de Gross. Finalmente, Gross reconoce a Grisha, y le dice que no será transformado, sino devorado por su compañero, al que transformará en un titán de 3 o 4 metros. Grisha le pregunta los motivos tras sus acciones, y Gross le responde que lo hace únicamente porque le parece divertido observar humanos siendo devorados por monstruos. Gross explica que, tras tantos años de paz, siente que la vida ha sido vacía. Mientras inyecta al compañero de Grisha, Gross clama que, a diferencia del resto de la sociedad, él está preparado para morir, y que para entender mejor al mundo, es fundamental divertirse en el proceso. Para él, alimentar a Faye a los perros de sus hijos sirvió como una forma de educación.
Gross patea al restaurador de Eldia de la muralla, donde se transforma en un titán tras aterrizar en las dunas. Grisha le pregunta si su corazón no le duele después de todo lo que ha hecho, y éste responde que se sentiría mal si sus hijos tuvieran el mismo destino que Faye, pero que al fin y al cabo, ellos jamás han hecho algo malo. Aunque Grisha exclama que su hermana tan solo soñaba con viajar en un dirigible a tierras lejanas, Gross señala que lamentablemente, era una eldiana. Gross le pide a Grisha ver al recientemente creado titán, y le indica que los eldianos son la única raza que se transforma en gigantescas abominaciones tras ser inyectados con el líquido espinal de un titán. Para Gross, el deseo de toda la humanidad es exterminar a los eldianos, a quienes compara con ratas que eventualmente causarán una epidemia. Gross le pregunta a Grisha si no es su corazón el que debería dolerle, teniendo en cuenta lo que los restauradores planeaban para resucitar al imperio de Eldia. Grisha le dice a Gross que la historia que ha enseñado Marley es una mentira, y que Ymir Fritz utilizó sus poderes para el bien del mundo. Harto de lidiar con Grisha, Gross se decide a arrojarlo de la frontera. Tras un breve forcejeo, Kruger interviene salvando a Grisha y empujando a Gross de la muralla.
El titán atrapa a Gross y empieza a devorarlo lentamente. Kruger le pregunta a Grisha si lo que ve le parece entretenido, y le revela que él es "El Búho". En el muelle, los soldados se alteran al escuchar a Gross caer de la frontera, mientras Kruger saca un cuchillo y le pide a Grisha que mire con atención como se usa el poder de los titanes. Kruger se hace un corte en la mano, transformándose en un titán, y procede a destruir el barco de vapor de los militares marleyanos ante la sorprendida mirada de Grisha.
Curiosidades[]
- Varios de los Restauradores de Eldia transformados en titanes aparecerían años después en las murallas. Durante la caída de Shiganshina, Dina Fritz, y durante la batalla de Trost, el titán excéntrico que se tragó a Thomas Wagner, el que se comió la pierna de Eren y posteriormente asesinó a Nac Tius y Mylius Zeramuski, el que devoró a Mina Carolina, y aquél que se tragó a Eren e intentó lo mismo con Armin.