Reunión (会議 Kaigi?) es el capítulo #89 del manga Ataque a los Titanes. Fue escrito e ilustrado por Hajime Isayama.
Resumen[]
A las celdas de Eren y Mikasa, llegan Hange, Levi y Armin. Hange le pregunta a Eren por qué este dijo "Titán de Ataque" aunque nadie lo estuviera escuchando. Eren niega haber dicho algo, pero Hange insiste, por lo que Levi la detiene y le explica que solo es una "fase" de su adolescencia. Hange continúa cuestionando a Eren, y Armin le dice que le explicará después. Alterado, Eren demanda saber por qué han venido, y Levi le explica que sus sentencias han terminado, ya que la intención era únicamente dar una ejemplificación de la disciplina en el ejército, y que además, cuentan con la autorización de Darius Zackly para sacarlos de inmediato. Después de salir de sus celdas, Eren nota que Mikasa ha perdido peso, pero su charla es interrumpida por Levi, quien les pide que se apresuren, pues tienen una audiencia con los altos mandos de cada organización militar y la reina, Historia Reiss, quien ha llegado recientemente al Distrito Trost.
En Trost, Historia lee la carta de Ymir. En la carta, Ymir aclara que Reiner la observa mientras escribe, pero prometió entregarla como favor por haberles salvado la vida dos meses atrás. Ymir se disculpa con Historia por haber escogido ir con Reiner y Bertolt en lugar de ella, y que morirá pronto producto de esa decisión, pero no se arrepiente a pesar de todo. Ymir empieza a narrar su pasado: ella nunca conoció a sus padres y jamás supo si siquiera tenía un nombre, pero recuerda haber sido una de muchos mendigos. Un día, un hombre se le acercó y le dio un nombre, Ymir, y la llevó con un culto que comenzó a adorarla. El hombre que le dio su nueva identidad empezó a vestir trajes extravagantes y a ser más feliz, y pronto Ymir notó que su sola existencia traía felicidad a su gente, y ella también se sentía feliz jugando el rol de Ymir. Sin embargo, el culto fue descubierto por las autoridades, quienes apresaron a todos, y en su defensa, el líder del culto dijo que Ymir "le engañó". A pesar de todo, Ymir siguió jugando su rol, creyendo que eso ayudaría a sus seguidores, pero fue en vano. La gente arrojó piedras a Ymir y su culto mientras eran llevados a la isla Paradis, donde fueron convertidos en titanes. Años más tarde, Ymir devoró a Marcel, recuperando así su forma humana y su libertad. A partir de entonces, Ymir juró vivir como ella quisiera, sin ningún remordimiento. Ymir finaliza su carta lamentando no haberse podido casar con Historia.
Hange le pregunta a Historia si Ymir pudiera haber dejado algún mensaje secreto en la carta, algo que sólo ellas dos entendieran. Historia lo niega, señalando que Ymir probablemente no haría algo como eso. Historia llora silenciosamente hasta que los otros miembros del Cuerpo de Exploración llegan. Eren, Mikasa y Armin saludan formalmente, pero Historia insiste en que las formalidades son innecesarias entre ellos. Después de una pequeña y amistosa charla, Hange les informa que deben ir a la reunión militar. En alguna otra parte de Trost, Sasha se recupera de sus heridas.
Ya en la sala de conferencias, Darius Zackly señala que solo las personas que se encuentran en esa habitación tienen conocimiento de los tres libros encontrados en el sótano de Grisha Jaeger: "La vida temprana de Grisha Jaeger", "Titanes y todo lo que se conoce de la historia" e "Información acerca del mundo más allá de las murallas". Zackly felicita los esfuerzos de los nueve miembros vivos del Cuerpo de Exploración, y de los ciento noventa y nueve fallecidos, pues sus heroicas acciones permitieron traer esa información. Sin embargo, el principal tema de discusión en la reunión es acerca de la situación actual, y Zackly cede la palabra a Hange, para que de un informe de los recientes acontecimientos. Hange anuncia que, a pesar de las vidas perdidas, incluyendo la del 13º comandante Erwin Smith, el Cuerpo fue capaz de recuperar la Muralla María, derrota al Titán Colosal y obtener sus poderes. A pesar de ello, la humanidad que habita en los muros sigue en peligro. Mientras Eren recuerda la conversación que tuvo con Ymir en el Bosque de los Árboles Gigantes acerca de la identidad del verdadero enemigo, Hange declara que el enemigo es el mundo. De acuerdo a la información recuperada del sótano de los Jaeger, los humanos que habitan los muros pertenecen a una raza conocida como "Gente de Ymir", los únicos capaces de transformarse en titanes y quienes en el pasado vivieron en la nación de Eldia y dominaron el mundo. Eldia podría levantarse nuevamente, y es por ello que el mundo intenta erradicarlos. Al escuchar eso, Eren recuerda una memoria de su padre.
Sobre la muralla que señala la frontera de Paradis, Eren Kruger y Grisha conversan. Kruger le dice a Grisha que, si Marley llegara a obtener el poder del Titán Fundador, dejarían de necesitar a los eldianos que viven en las zonas de internamiento, así que sería el fin de la raza eldiana, tanto en Marley como en Paradis. Kruger explica que en el pasado, Eldia utilizó a los "titanes puros" como armas de destrucción, aunque sin el control del Titán Fundador, se convierten en irracionales máquinas de matanza; actualmente, son usados para impedir que los eldianos que habitan los muros puedan aventurarse fuera de ellos. El único motivo por el cual Marley mantiene con vida a los eldianos en las zonas de internamiento, es para poder seguir aumentando el número de titanes puros y engrosar su ejército, aunque la ciudadanía marleyana opine que los eldianos deberían ser exterminados en vez de transformados. Para poder aprovechar los recursos de Paradis, Marley necesita deshacerse de los titanes, y si obtienen el poder del Titán Fundador, usarán a los eldianos como parte de su ejército de titanes o los exterminarán a todos. Grisha no cree que el rey de los muros permitiría tal cosa, pero Kruger le responde que el rey jamás peleará, pues el 145° rey Fritz, antes de cerrar las puertas de sus muros, hizo un pacto con el Titán Fundador para renunciar a la guerra, y que la amenaza de liberar a los Titanes del Muro fue simplemente una forma de conseguir una paz momentánea. Aunque el deseo del rey fue crear una utopía dentro de los muros, también deseaba la caída de Eldia, y borró las memorias de la gente dentro de las murallas para hacerles creer que el resto de la humanidad se extinguió. Kruger dice que es probable que la familia Fritz ahora se haga conocer con otro nombre, y que es el deber suyo y de Grisha encontrar al rey cobarde y recuperar su poder para ayudar a Eldia.
De vuelta al presente, Hange señala que Grisha tuvo éxito en su misión, recuperó el poder del Titán Fundador y se lo dio a su hijo Eren. Aunque Kruger desconocía cual exactamente fue el pacto que el rey Fritz hizo con el Titán Fundador, el Cuerpo ahora lo sabe: el poder del Titán Fundador sólo puede ser usado por un miembro de la realeza, pero a cambio, sus mentes serían consumidas por la voluntad e ideología del 145º rey Fritz, llenándolos de pensamientos suicidas si se atrevieran a intentar utilizar el poder. Zackly considera que su mejor opción para combatir contra sus enemigos sería utilizar el poder del Titán Fundador para comandar a los Titanes del Muro, pero que tal acción sería imposible debido al pacto. Hange declara que, a pesar del pacto, Eren fue capaz de utilizar el poder del Titán Fundador, aunque las circunstancias siguen siendo desconocidas. Eren recuerda el momento, un instante en el que sintió que todo estaba conectado, y se pregunta por qué sólo pudo usarla en ese entonces. Eren entonces recuerda que golpeó la mano del titán que devoró a su madre y a Hannes, aquel titán que en realidad era Dina Fritz, una descendiente de la realeza. Eren grita delante de todos, habiéndose dado cuanta de que pudo usar el poder del Titán Fundador porque tocó a Dina. Aunque Hange le pregunta por el motivo de su interrupción, Eren niega que haya sido algo importante, por lo que Hange desmerece el hecho diciéndole a Zackly que Eren sólo gritó porque es adolescente, y es lo que se hace a "esa edad". Eren piensa para sí mismo que, si tocara a un miembro de la realeza que ha sido transformado en titán, tal vez podría usar el poder del Titán Fundador, pero que decir algo así podría poner en riesgo a Historia. Eren trata de olvidarlo, pensado que quizá sólo está equivocado.
De vuelta en la frontera de Paradis, Kruger prepara el suero de titán para transformar a Grisha. Kruger le dice a Grisha que, una vez empiece a vivir dentro de los muros, debe tener una familia. Grisha no está muy de acuerdo, y le pregunta a Kruger si acaso no perderá sus recuerdos cuando se transforme en titán. Kruger lo niega, señalando que algún día, alguien tal vez pueda ver sus memorias, y le pide que por sobretodo, debe amar a alguien dentro de los muros, para así evitar que fracase y la historia se repita. Kruger le dice a Grisha que, si quiere salvar a Mikasa y Armin, debe cumplir su misión. Grisha le pregunta quienes son esas personas, y Kruger admite no saber, peguntándose de quién son esas memorias.
Curiosidades[]
- En la publicación original del capítulo, Eren incorrectamente cree que si devorara a un miembro de la familia real, podría utilizar los poderes del Titán Fundador. En una entrada de su blog, Hajime Isayama corrigió este error, aclarando que en realidad, Eren consideró la posibilidad de acceder a los poderes del Titán Fundador tocando a un miembro de la realeza que previamente hubiese sido transformado en un titán. Este error fue también corregido en la publicación del volumen 22.[1]
Referencias[]