Este artículo trata sobre el capítulo #96 del manga Ataque a los Titanes. Para el episodio del anime con el mismo nombre, véase La puerta de la esperanza.
La puerta de la esperanza (希望の扉 Kibō no tobira?) es el capítulo #96 del manga Ataque a los Titanes. Fue escrito e ilustrado por Hajime Isayama.
Resumen[]
Reiner continúa huyendo del titán que devoró a Marcel ante sus ojos, a pocas horas de haber iniciado la operación en Paradis. Agotado, se desploma cerca de un árbol, y mientras recupera el aliento, musita el nombre de sus compañeros, y al mencionar a Marcel, asimila la situación y empieza a gritar a todo pulmón. Preguntándose si los otros también fueron devorados, Reiner se culpa por la muerte de Marcel, intenta pensar en que debería hacer ahora y se cuestiona si él también morirá. Sus pensamientos se ven interrumpidos por Annie, quien acaba de llegar junto a Bertolt, y le propina una fuerte patada en el abdomen. A modo de burla, Annie le dice que es la primera vez que ha perdido contra él en una carrera. Culpando a ambos, Annie les aclara que de no haber huido, no habrían perdido al Titán Mandíbula y podrían haberlo recuperado en ese mismo instante. Mientras Annie lamenta la muerte de Marcel, Reiner intenta excusarse diciendo que no se supone que deberían de haberse encontrado con un titán tan pronto, pero Bertolt le recuerda que no todos los titanes se comportan de la misma forma.
Harta de la discusión, Annie les ordena a ambos que regresen junto a ella a recuperar al Titán Mandíbula y reportar la misión como fallida ante el ejército marleyano, dado que ya no pueden continuar sin el liderazgo de Marcel. Mientras Annie y Bertolt se retiran, Reiner recuerda las palabras de aliento que su madre le dio antes de partir a Paradis, y los detiene, diciéndoles que deben continuar la misión. Annie le responde que evidentemente, para él eso es más conveniente, ya que si se reportan ante Marley, perderá el poder del Titán Acorazado y será devorado por otro guerrero debido a su fracaso. Sin embargo, Reiner le responde que tanto ella como Bertolt compartirán su destino, ya que él no fue el único que escapó. Además, les explica que recuperar al Titán Mandíbula no es la mejor opción, ya que el nuevo usuario del poder podría utilizarlo para escapar, y con su velocidad, los tres serían incapaces de alcanzarlo a no ser que tuvieran de su lado al Titán Carguero. Bertolt no cree posible que el nuevo poseedor del Titán Mandíbula pueda utilizar sus poderes tan rápido, pero Reiner, a gritos, le recuerda que él pudo aprender a usar los poderes del Titán Colosal de inmediato. Desesperado, Reiner les dice que si no consiguen capturar al Titán Mandíbula y terminan por agotar sus energías, podrían ser devorados por otros titanes, y si retornan ante el ejército marleyano con nada más que ese fracaso, estarán perdidos. Su única posibilidad de regresar ahora es capturando al Titán Fundador, como fue planeado desde un inicio.
Empezando a perder la paciencia, Annie puntualiza que, si tan solo Reiner hubiese demostrado ese temple antes, no habrían perdido a Marcel y al Titán Mandíbula, y lo acusa de amenazarlos para protegerse a sí mismo. Antes de que Reiner pudiese responder, Annie, con ira, lo patea en la cara, haciéndolo caer de espaldas. Mientras continua pisoteando su rostro, Annie le grita que le explique a Magath que todo fue culpa suya. Annie clama que no le importa ser una "ciudadana honoraria marleyana" o una "guerrera elegida", y que tanto los eldianos como los marleyanos son todos unos mentirosos que solo piensan en sí mismos, pero que ella también es como ellos, y solo le importa regresar a casa. Antes de patearlo por última vez, Annie le dice que si se siente tan culpable, debería morir, como se supone que tendría que haber ocurrido minutos antes. Annie voltea, y una vez Reiner se pone de pie, se abalanza sobre ésta, sujetándola fuertemente desde la espalda. Reiner declara que su yo actual está muerto, y que si ella necesita a Marcel, él lo será. Bertolt le suplica a Reiner que se detenga, a la vez que éste intenta tranquilizarlos prometiéndoles que los tres regresaran a casa.
Poco después, Annie, transformada en la Titán Hembra, utiliza su rugido para atraer a una multitud de titanes hacia las murallas. Reiner y Bertolt, sujetos al cuello de Annie con una soga, denotan que ésta ha empezado a agotar sus energías, debido a que se supone que el Titán Mandíbula y ella debían turnarse en recorrer el camino hacia las murallas, pero ahora, Annie debe hacerlo todo por cuenta propia. Una vez Bertolt divisa las murallas, Reiner cambia de lugar con Annie, quien regresa a su forma humana mientras Reiner se transforma en el Titán Acorazado, sosteniendo a la agotada Annie en una de sus manos y dejando a Bertolt cerca de la puerta del distrito Shiganshina. Reiner se percata de que más titanes de los que esperaban se dirigen hacia ellos, pero que ahora, la siguiente parte de la operación depende de Bertolt. Impresionado por el tamaño de la muralla, Bertolt se pregunta si realmente podrá destruirla. Mientras tanto, Reiner reflexiona el plan en su mente: una vez la puerta sea destruida, usaran el caos provocado por los titanes para infiltrarse con éxito entre la población y después, verán si el rey Fritz realizará algún movimiento, y en base a eso, buscar una forma de capturar al Titán Fundador.
Como fue planificado, Bertolt se transforma en el Titán Colosal, asomando su cabeza por encima de la muralla, viendo el distrito Shiganshina y divisando a tres niños pequeños entre los pobladores. Bertolt consigue destruir la puerta con éxito, y empieza a emerger de su titán. Entre tanto, Reiner trata de quitarse de encima a los titanes que lo intentan atacar, pero se percata de que uno de estos se está acercando a Bertolt, y corre para auxiliarlo. Bertolt se horroriza al notar la presencia del titán, pero éste, extrañamente, lo ignora por completo e ingresa a Shiganshina en su lugar. Reiner toma a Bertolt antes de que los titanes pudieran alcanzarlos, escala la muralla y deja a sus compañeros sobre ésta mientras él desciende a Shiganshina y se prepara para destruir la puerta de la muralla María.
Entre el caos, muerte y destrucción provocado por los titanes, Reiner corre hacia la puerta de María, reflexionando respecto a todos los acontecimientos recientes. Él quería complacer a su madre siendo un guerrero, para poder vivir junto a su padre como una auténtica familia, pero éste nunca quiso lo mismo y su madre continuó soñando acerca de algo imposible. No se suponía que él se convertiría en un guerrero, y ni siquiera tendría que haber sobrevivido ese día. Recordando la disculpa de Marcel el día anterior, Reiner se pregunta por qué éste salvó a alguien como él. A punto de destrozar la puerta de María, Reiner declara que no dejará que las cosas terminen todavía, ya que no ha podido cambiar nada aún.
Horas más tarde, Annie despierta en medio del campamento de refugiados de la muralla María, en Rose. Una vez sus dudas son aclaradas, ella y Bertolt son abrazados por Reiner, quien les promete que se convertirá en un auténtico guerrero.
Pasado algún tiempo, Reiner, Bertolt y Annie, en los campos de cultivo de la muralla Rose, escuchan la historia de un refugiado. Según él, su pueblo, localizado al sureste de las montañas en la muralla María, recibió tarde la noticia de que María había caído, y solo se percataron cuando los titanes ya habían llegado. Al atardecer, el ganado se inquietó y sintió que el suelo temblaba, por lo que fue a abrir la ventana y vio a un titán. Luego de eso, solo recuerda haberse subido a su caballo y haber dejado atrás a tres niños de una edad similar a la de Reiner, Bertolt y Annie.
Al poco tiempo, los otros trabajadores descubren al refugiado colgado de un árbol, tras, aparentemente, haberse suicidado. Los pobladores lo reconocen como el único superviviente de su pueblo, del cual no sabían mucho porque ni siquiera aparecía en los mapas. Finalmente, deciden simplemente bajarlo.
En el año 847, Reiner, Bertolt y Annie continúan trabajando en los campos de cultivo, mientras discuten la información que han podido recabar en esos años de espionaje. Reiner explica que no solo el rey Fritz no es el auténtico soberano, sino que su familia entera está compuesta por nobles sin la más mínima pizca de autoridad y posiblemente ni siquiera forman parte de la gente de Ymir. Los aristócratas que gobiernan desde el interior probablemente forman parte de una raza que, si bien ha pertenecido al Imperio eldiano desde la época del 145° rey Fritz, no son realmente descendientes de Ymir, y se les dio poder a cambio de silencio y lealtad, dado que ya no existe la necesidad de utilizar los poderes del Titán Fundador. Bertolt sugiere acercarse a la falsa familia Fritz, ya que han de estar conectados a la verdadera familia real. Sarcásticamente, Annie propone hacer que los contraten como sirvientes o que ella se case con un miembro de la falsa familia Fritz. Sobresaltado, Bertolt le dice que no puede hacer eso y ella concuerda, explicando que los falsos Fritz permanecen en el poder precisamente porque no son descendientes de Ymir, así que jamás harían algo que pudiera infectar a su familia con "sangre sucia", y desde que la muralla fue destruida, no han estado contratando a más sirvientes por el riesgo de que se traten de infiltrados del exterior. Annie agrega que además, ella no tiene el encanto para seducir a ningún hombre, lo que Bertolt niega rotundamente.
Sin más opciones aparentes, Reiner declara que la única alternativa es unirse al ejército y acercarse a la Policía Militar interna. Annie replica que en esos dos años, apenas han podido recopilar toda esa información. Reiner responde que lo único que han podido hacer durante ese tiempo es trabajar en los campos de cultivo, dado que ella es la única que puede entrar a la capital. Annie reclama que solo tienen diez años más de vida, y no pueden desperdiciarlos jugando al soldado. Reiner explica que, cuando la muralla fue destruida, el rey Fritz no realizó ningún movimiento, y si la información proporcionada por la familia Tybur es correcta, el rey está sujeto a una especie de "pacto de renuncia a la guerra". Siendo ese el caso, Annie considera que entonces deberían ponerle un fin a todo y destruir el resto de murallas. Reiner se niega, pues aunque eso podría hacer que el Titán Fundador se muestre, sin importar que tan agotado esté, un solo grito suyo puede cambiarlo todo, y si libera a los Titanes del Muro, ellos perecerán junto al resto del mundo. El destino de la humanidad yace sobre sus hombros, por lo que deben tomarse su tiempo mientras avanzan, ese es el motivo por el cual están en Paradis.
Algún tiempo después, Reiner, Bertolt y Annie se enlistan en la Tropa de Reclutas del Ciclo Nº104. Cuando el instructor, Keith Shadis, pregunta a Reiner para que ha venido, éste responde que para salvar a la humanidad.
Curiosidades[]
- Varios de los titanes que son llamados por el rugido de Annie guardan un gran parecido a diversos personajes de la serie de televisión Juego de Tronos.
- De izquierda a derecha, los titanes se parecen a los personajes Margaery Tyrell, Tyrion Lannister, Grey Worm, Missandei, Bronn, Petyr Baelish, Varys, Waif y Arya Stark.