Este artículo trata sobre el episodio #27 del anime Ataque a los Titanes. Para el capítulo del manga con el mismo nombre, véase Estoy en casa.
Estoy en casa (ただいま Tadaima?) es el episodio #27 del anime Ataque a los Titanes. Fue producido por Wit Studio y Production I.G. Nos muestra la llegada de Sasha a Dauper, su aldea natal, y las acciones que tomará para salvar la vida de una pequeña niña.
Resumen[]
En el distrito Trost, el comandante de las Tropas de Guarnición, Dot Pixis, es notificado de que los titanes han atravesado la muralla Rose. Varias horas más tarde, en Stohess, el Cuerpo de Exploración se prepara para partir e investigar la brecha en Rose. Armin se une a Eren y Mikasa en su carruaje, y se pregunta como los titanes atravesaron una muralla que se supone, tiene titanes en su interior. Eren responde que en el pasado, pudieron atravesar Shiganshina sin ningún problema, pero Armin le recuerda que en esa ocasión solo destruyeron una puerta. Armin puntualiza que la forma en que las murallas fueron construidas siempre fue un misterio para la humanidad, y plantea la posibilidad de que estas hayan sido formadas por la piel endurecida de los titanes que se encuentran en su interior, puesto que Annie hizo algo similar al encerrarse a si misma en un cristal.
Mientras tanto, Hange analiza un objeto en su microscopio, a pesar de que Moblit le recuerda que tienen que partir en ese instante. Hange continúa examinando el objeto, hasta que Levi aparece y le pide que vaya con el resto de la legión. Hange toma el pequeño fragmento de cristal que examinaba y sale. Levi, Hange y el pastor Nick se reúnen con Eren, Mikasa y Armin en el carruaje, preparados para partir. Armin pregunta porqué llevan con ellos a un miembro del Culto del Muro, y Hange responde que no deben prestarle atención, ya que la presencia de Nick no hace al grupo más extraño de lo que ya es.
La puerta de Stohess se abre, y Erwin les recuerda a sus soldados que la situación en Rose es incierta, pero que de momento, su destino es el distrito Ehrmich, desde donde podrá salvar algo de tiempo. La legión parte, mientras Armin reflexiona para si mismo que, todo ese tiempo, los titanes han estado defendiéndolos de otros titanes. Por el camino, Hange le revela al grupo que Nick sabía acerca de los titanes de las murallas, pero escogió no decírselo a nadie, por lo que lo llevaran a Ehrmich para que pueda ver con sus propios ojos la terrible realidad que enfrentan los refugiados de la muralla Rose, y tal vez así cambiar de parecer. Enfurecido, Eren le pide a Nick que diga todo lo que sabe, pues nada es más importante que el destino de la humanidad. Amenazándolo con un arma, Levi señala que, aunque se encuentre lastimado, todavía es perfectamente capaz de vigilar a Nick y obtener respuestas de él. Hange responde que la violencia no dará resultados con el pastor, y se pregunta si el motivo por el cual es incapaz de revelar nada, se deba a que lo que sabe es más importante que el bienestar de la humanidad.
Varias horas antes, en ese mismo día, Sasha y su oficial superior cabalgan por el camino alertando a las aldeas de la presencia de los titanes. Sasha decide separarse de su superior para poder avisar a Dauper, su aldea. Mientras se adentra en le bosque, Sasha recuerda una discusión que tuvo con su padre hace tres años, poco antes de unirse al ejército. Sasha intentaba comerse las raciones reservadas para el invierno, para el disgusto de su padre, quien intenta detenerla sin resultado. El Sr. Blouse le pregunta a su hija si sabe porque la caza en el bosque ha sido tan escasa últimamente, y ella responde que se debe a los extranjeros que han llegado desde la muralla María. El Sr. Blouse le aclara que los extranjeros perdieron su hogar por culpa de los titanes, y no tienen más opción. Ante la indignación de Sasha, su padre piensa que tal vez, deberían dejar de lado la caza y empezar a criar caballos. Sasha no está dispuesta a abandonar sus costumbres por los extranjeros y su padre le explica que el mundo está conectado, y esa es la forma en la que los humanos se adaptan y sobreviven. Sasha continúa negándose a aceptar la realidad, y su padre le aclara que si ella desea vivir de forma tan individualista, puede hacerlo, pero que no espere que otros estén ahí para ayudarla.
En el presente, Sasha descubre las huellas de un titán que se las arregló para llegar hasta lo más profundo del bosque. Tras cabalgar cierta distancia, Sasha descubre una nueva aldea que no se encontraba ahí cuando ella dejó su pueblo. En una de las casas, un titán de tres metros devora lentamente la pierna de una mujer, cuya hija se encuentra demasiado traumatizada como para huir. Sasha entra con un hacha, y golpea repetidamente la nuca del titán sin ningún resultado, pues no es lo suficientemente afilada como para dañar a la criatura. El hacha resbala de las manos de Sasha y queda incrustada en una pared, lejos de su alcance. Sasha nota la presencia de la niña, y sin esperanzas de poder eliminar al titán y salvar a la mujer, toma a la pequeña y huye del lugar con ella.
La mujer finalmente expira, y el titán fija su atención en Sasha y la niña. Sasha intenta tranquilizar a la pequeña, pero su nerviosismo altera a su caballo, que huye a todo galope. Sasha intenta desesperadamente llamar al caballo mientras conforta a la niña, cuando nota que el titán está saliendo de la casa a por nuevas víctimas. Sin más opción, Sasha toma un arco y unas cuantas flechas, y escapa a pie junto a la niña. Mientras corren, la niña le explica a Sasha que, a pesar de que todos en la aldea sabían que su madre tenía piernas débiles, nadie intentó ayudarla, y lo único que ella pudo hacer fue mirar.
Sasha y la niña consiguen cruzar el puente a la entrada de la aldea, con el titán peligrosamente cerca de ambas. En ese momento, Sasha recuerda uno de sus días en la Tropa de Reclutas del Ciclo Nº104. Mientras extraía agua de un pozo, Ymir la confronta acerca de la forma excesivamente formal en la que habla con todos. Ymir cree que el motivo de ello se debe que intenta ocultar el dialecto típico de su pueblo, y se burla de la torpeza social de Sasha y de lo que la motivó a intentar ser una soldado. Krista intente detener a Ymir, pero esta le dice a Sasha que no debe intentar ocultar quién es ella en realidad, ni tampoco debe avergonzarse de su forma de ser para complacer a otros. Krista refuta las palabras de Ymir, diciéndole a Sasha que no haya nada de malo en la manera en que habla ni su forma de vivir. Ymir insiste que independientemente de lo que Sasha escoja, no dejará de ser molesta, y Krista le aclara que no todos son tan insensibles como ella.
De vuelta al presente, Sasha se pregunta por qué recuerda cosas tan triviales en esos momentos. Sasha le dice a la niña que corra por su cuenta y busque ayuda, y aunque tal vez no encuentre a nadie al principio, eventualmente lo hará. Sasha suelta a la niña y le ordena que corra, mientras prepara su arco y flecha. Mientras la niña escapa, Sasha dispara una flecha al titán, dispuesta a cegarlo para ganar tiempo. La primera flecha da al cuello del titán, y la segunda apenas lo roza. Con solo dos flechas, Sasha intenta tranquilizarse, recordándose a si misma que el titán es un objetivo grande y lento. El tercer disparo consigue acertar, y Sasha se prepara para dispara su última flecha, pensando en que si falla, ni ella ni la niña sobrevivirán. Sasha deja de lado su arco, toma la última flecha y se lanza directamente hacia el titán, apuñalándolo en su otro ojo. El titán intenta mantenerla agarrada, pero gracias a la sangre que cubre su cuerpo, Sasha consigue deslizarse y huir. Mientras busca a la niña, Sasha se encuentra con un grupo de civiles montados a caballo, entre los que se encuentran la niña y su propio padre.
Sasha se une al grupo, mientras su padre le explica que tras enterarse de la invasión de los titanes, han estado visitando todas las aldeas para darle caballos a quienes lo necesiten. El Sr. Blouse le dice a su hija que oyó como combatió contra un titán para salvar la vida de una niña, y que se encuentra orgulloso de ella. Sasha sonríe y agradece por fin estar en casa.
Mientras tanto en la región sur, Connie y su grupo se aproximan a Ragako. Connie cabalga adelantando a los demás, mientras Reiner le pide que sea cuidadoso. Desesperado al ver su pueblo natal en ruinas, Connie grita llamando a los habitantes, esperanzado en encontrar supervivientes. Connie decide ir hacia su casa, rogando que su familia se encuentre a salvo, pero al llegar, encuentra a un titán recostado sobre los restos de su hogar. Reiner intenta mantener a Connie alejado, mientras Gelgar les ordena retroceder y Lynne se dirige a investigar el resto de la aldea. Gelgar nota que las extremidades del titán son demasiado pequeñas como para permitirle moverse, y se pregunta como pudo haber llegado hasta ahí.
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