Guerrero (戦士 Senshi?) es el episodio #31 del anime Ataque a los Titanes. Fue producido por Wit Studio y Production I.G. De vuelta en la muralla Rose, el Cuerpo de Exploración confirma que no hay brecha alguna. Dispuestos a investigar el misterio más tarde, los soldados deciden retornar a Trost para dar atención médica a Ymir, cuando Reiner y Bertolt revelan un oscuro secreto.
Resumen[]
Tras rescatar a los reclutas atrapados en el castillo Utgard, los soldados toman posición encima de la muralla Rose. Ymir, todavía seriamente lastimada, es transportada cuidadosamente sobre el muro. Eren pregunta a Keiji acerca de su condición, y este responde que perdió sus extremidades derechas y sus órganos internos se encuentran en mal estado, lo que hubiese sido suficiente para matar a cualquier ser humano ordinario. Reiner tiene dificultades para subir la muralla, por lo que Eren va en su ayuda. Mientras tanto, Historia intenta convencer a Hange de que Ymir, a pesar de haber ocultado ser una titán, utilizó sus poderes para ayudarlos, arriesgando su propia vida. Historia cree que Ymir no reveló la verdad por temor a su seguridad, pero ella es indudablemente una aliada de la humanidad; Hange comprende y expresa su deseo de poder entablar una buena relación con Ymir. Hange le pregunta a Historia si ella efectivamente proviene de la familia noble Reiss, lo que esta confirma. Ambas se dirigen a verificar el estado de Ymir, quien es atendida por Moblit y Nifa. Moblit informa que, aunque Ymir continúa inconsciente y ha dejado de sangrar, vapor parece estar emanando de sus heridas. Hange considera que lo mejor será transportarla de vuelta a Trost para que pueda recibir atención médica adecuada mientras ellos continúan investigando la brecha en la muralla Rose.
Cerca de ahí, Reiner es aquejado por el dolor de la herida de su brazo y el estrés que implicó su cercano encuentro con el titán que lo atacó en Utgard. Mientras ayuda a Armin a subir la muralla, Eren le comenta a Reiner que incluso un tipo fuerte como él tiene momentos así, pero éste, visiblemente alterado, responde que es la segunda vez que casi muere a manos de un titán, y le pide a Armin que de testimonio a Eren de cómo fue casi aplastado por la Titán Hembra durante la 57ª expedición. Reiner cree que de seguir así, podría morir en cualquier momento, y aunque es el camino que escogió como soldado, nunca imaginó que sería tan duro. Eren le dice que tanto él como Bertolt han estado alejados de su ciudad natal por mucho tiempo, por lo que la forma en que se siente es comprensible. Repentinamente entusiasmado, Bertolt le dice a Reiner que es el momento perfecto para regresar a su ciudad natal. Reiner accede, ante la total confusión de Eren.
En otra parte de la muralla, Mikasa ayuda a Connie a subir y le pregunta si está herido. Éste lo niega, aunque comenta acerca del estado en que se encuentran Reiner e Ymir. Hange llega y les asegura que se encargaran de Ymir después y le dice a Connie que enviará un escuadrón a investigar su pueblo, pero que de momento, se concentre en la misión. Hange y Mikasa divisan a lo lejos a Hannes y su escuadrón, quienes han llegado para informarles acerca de la brecha en la muralla. Mientras Eren lo ayuda a subir, Hannes les informa que tras explorar desde Trost hasta Klorva, no pudieron encontrar ninguna brecha ni tampoco se toparon con algún titán. Eren le pregunta si no estuvieron ebrios durante la búsqueda, pero Hannes lo niega. A pesar del desconcierto general, Hange ordena a los demás regresar a Trost de momento. Antes de retirarse, Hannes le pide a Eren, Mikasa y Armin que permanezcan alertas ante todo. Armin se pregunta por qué todos esos extraños sucesos están ocurriendo precisamente ahora y Sasha agrega que el mundo está cada vez más descontrolado. Antes de que Eren pueda seguir a sus compañeros, Reiner lo llama y le pide hablar con él un momento.
Despreocupadamente, Reiner le revela a Eren que hace cinco años, él y Bertolt iniciaron su ataque contra la humanidad destruyendo las murallas. Mientras tanto, Hange y Moblit discuten la posibilidad de un titán que pueda cavar por debajo de las murallas, pero alejan sus pensamientos recordando que necesitan transportar a Ymir pronto. Reiner le confiesa a Eren que él es el Titán Acorazado y Bertolt el Titán Colosal. Percatándose de que algo extraño ocurre, Mikasa deja de seguir al grupo y empieza a escuchar la conversación entre Eren y Reiner. Alterado por las palabras de su amigo, Bertolt trata de detenerlo, pero Reiner lo ignora y le dice a Eren que su principal objetivo era asegurarse de que toda la humanidad que habita las murallas pereciera, pero que ya no habrá necesidad de seguir destruyendo las puertas si él accede a acompañarlos. Eren no comprende y pregunta a donde se supone que debe acompañarlos. Reiner responde que irán a su "ciudad natal" y que si acepta, podrá evitar toda la crisis por la que están pasando. Mikasa continúa escuchando la conversación, mientras Armin los llama desde la distancia. Estresado, Eren mira al cielo, recordado todo lo que ha pasado por su cabeza desde ayer.
Doce horas antes, en el distrito Ehrmich, Hange lee el informe que le fue traído por Sasha. Hange les comunica a los demás que el informe contiene los resultados de la investigación del pasado de Annie Leonhart. De acuerdo al reporte, otros dos miembros de la Tropa de Reclutas del Ciclo Nº104 provienen de la misma área que Annie, y sus nombres son Reiner Braun y Bertolt Hoover. Hange aclara que debido al caos de hace cinco años, sus registros familiares se han perdido, pero que al menos saben que durante la 57ª expedición del Cuerpo de Exploración, Reiner y Bertolt estaban en una unidad a la que se le dio falsa información acerca de la posición de Eren, habiendo sido informados que se encontraba en el flanco derecho. Armin se percata de que la Titán Hembra atacó precisamente desde ese mismo flanco, por lo que Reiner y Bertolt pudieron haberle dado esa información. Eren intenta refutarlo, pero Hange lo interrumpe y les pregunta cuál era exactamente la relación entre esos tres. Armin reconoce saber que Reiner y Bertolt provenían del mismo lugar, pero nunca vio que fueran cercanos a Annie de ninguna forma. Eren dice no haberlos visto hablar con Annie mucho, lo cual era normal considerando la personalidad de esta. Sasha agrega que Annie siempre se sentaba a comer sola, y que según rumores, ella tenía una fascinación secreta por los dulces. Mikasa no consigue recordar ningún detalle.
Eren insiste en que, como sus compañeros, es muy difícil de creer que ellos sean traidores, ya que aunque Bertolt es muy callado, Reiner es como un hermano mayor para los demás y no sería capaz de engañar a nadie. Armin está de acuerdo, y destaca el hecho de que Reiner combatió fieramente contra la Titán Hembra, pero se percata entonces de que tras escapar de las manos de Annie, esta cambió de curso inexplicablemente y empezó a dirigirse hacia dónde se encontraba Eren. Hange pregunta si el tema de la posición de Eren se discutió delante de Reiner en algún momento, y Armin recuerda que lo mencionó precisamente porque él se lo preguntó. Recordando más detalles, Armin agrega que después de huir de la Titán Hembra cortando sus dedos, esta permaneció mirando a su palma unos segundos antes de empezar a moverse de nuevo, lo que abre la posibilidad de que Reiner escribiera algún mensaje en su mano usando sus cuchillas. Eren intenta contradecir a Armin nuevamente, pero Hange le pide que guarde silencio y le indica a todos los presentes que de encontrarse con Reiner y Bertolt, no deben mencionar ni sus sospechas ni a Annie, y que independientemente de si son traidores o no, deben asegurarse de que ambos terminen confinados en un calabozo. Poco después, el grupo parte al castillo Utgard.
Sobre la muralla Rose, Eren continúa su conversación con Reiner, desmereciendo sus declaraciones y afirmando que son producto del estrés al que ha estado sometido. Bertolt está de acuerdo con Eren, y muy nervioso, asegura que Reiner solo está agotado. Eren puntualiza que, si realmente Reiner fuera el Titán Acorazado, no le pediría de forma tan casual acompañarlo, ya que sería absurdo que él aceptara. Percatándose de lo que ha estado diciendo, Reiner le da la razón a Eren y se pregunta si realmente está empezando a enloquecer. Luego de que Eren les pide ir con el resto de la legión, el viento hace caer de la muralla una bandera. Alertados por el ruido, los demás voltean, mientras el cielo se despeja.
Mikasa mantiene su temblorosa mano sobre sus cuchillas, preparada para atacar. Reiner clama haber estado demasiado tiempo en las murallas para su propio bien, rodeado durante tres años por idiotas. Asegurando que solo era un niño ignorante, Reiner dice que de no haber sabido de las personas de las murallas, no se habría convertido en el despreciable individuo que es ahora. Mientras remueve el vendaje de su brazo, Reiner declara que es muy tarde para dar marcha atrás y que ya no sabe que es lo correcto, pero que su única opción es enfrentar las consecuencias de sus acciones como guerrero. Quitándose el vendaje, Reiner revela la herida de su brazo, la cual cura utilizando sus poderes de titán, ante la impactada mirada de Eren.
Alterado, Bertolt pregunta a Reiner si van a actuar en ese mismo momento, y éste, avanzando hacia Eren, responde que ese será el instante en que se decidirá todo. Desde atrás de Eren, Mikasa aparece, mutilándole el brazo a Reiner y degollando a Bertolt. Preparándose para asesinar a éste último, Mikasa le pide a Eren que huya, antes de ser empujada fuera de la muralla por Reiner. Desde atrás, el resto de soldados va en ayuda de Eren, con Armin gritándole a Eren que corra. Sin poder hacer nada para evitarlo, Reiner y Bertolt se transforman. La energía liberada por ambos empuja a los demás y les impide acercarse. Desde el vapor, los titanes Acorazado y Colosal emergen.
Antes de que Eren pueda caer de la muralla, Reiner lo atrapa, mientras Bertolt, quien se ha transformado parcialmente sosteniéndose a la muralla con sus costillas, toma a la todavía inconsciente Ymir. Con Eren en mano, Reiner empieza a descender de la muralla, deslizándose en ella a gran velocidad. Con lágrimas en los ojos, Eren recuerda los buenos momentos que pasó junto a Reiner y Bertolt durante sus días de entrenamiento. Aceptando la cruda realidad, Eren los llama traidores y se transforma, dispuesto a combatir contra el Titán Acorazado.
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